Bienvenidos
Esto es algo así como sentar la cabeza mientras sigues andando. Han sido ya muchos años, y me gustaría pensar que puedo seguir caminando así, sin tener que pararme a descansar, sólo porque no me gustaba lo que estaba viendo. Lo más maravilloso de este mundo son todos los caminos que tiene, y lo ancha que puede ser tu espalda para mostrarsela a todo el que te plazca.
El optimismo puede ser el cristal del vaso de zumo de naranja o puede ser el corte de mangas que le hagas al gigante que monopoliza todo aquello que te rodea.
Hablar de música no es hablar de política, pero hoy en día tener una opinión sobre algo parece enteramente estar asociada a alguna corriente, quizá porque el olor de la política dura más que el de las sardinas en las cortinas de la cocina, y porque la política está en todas partes.
Sea como sea, esto podría definirse como las últimas gotas de sudor en la frente de alguien que no está dispuesto a rendirse porque las cosas han ido de otra manera a la esperada. Podemos pensar que es la ultima esquina que no lee nadie de un mar de desinformación, o que es una nueva columna en el diario más prestigioso de hoy en día que es la libre circulación de opiniones sinceras y constrastadas.
Agua pixelada es lo que hay al final de este desierto de información corporativista en el que grandes compañías discográficas acaparan los medios, los grupos, los festivales y las referencias. Asociados con publicaciones que no son otra cosa que sus catálogos mejor disfrazados.
Agua Pixelada es como el oasis de esperanza que me queda para seguir escribiendo por amor a la música, sin perder la cordura y el cabello en el intento. Es mucho más que el "mejor solo que mal acompañado", porque a diferencia de otros oasis, el Agua Pixelada no desaparece cuando te acercas... ¿Por qué? Porque es mucho más real que el desierto que habéis creado, y del que me he jurado a mí mismo no volver a formar parte nunca más.
Sean ustedes bienvenidos.
Gustavo Bravo
P.D. Para cualquier pregunta les dejo mi dirección: gustbravo@gmail.com
El optimismo puede ser el cristal del vaso de zumo de naranja o puede ser el corte de mangas que le hagas al gigante que monopoliza todo aquello que te rodea.
Hablar de música no es hablar de política, pero hoy en día tener una opinión sobre algo parece enteramente estar asociada a alguna corriente, quizá porque el olor de la política dura más que el de las sardinas en las cortinas de la cocina, y porque la política está en todas partes.
Sea como sea, esto podría definirse como las últimas gotas de sudor en la frente de alguien que no está dispuesto a rendirse porque las cosas han ido de otra manera a la esperada. Podemos pensar que es la ultima esquina que no lee nadie de un mar de desinformación, o que es una nueva columna en el diario más prestigioso de hoy en día que es la libre circulación de opiniones sinceras y constrastadas.
Agua pixelada es lo que hay al final de este desierto de información corporativista en el que grandes compañías discográficas acaparan los medios, los grupos, los festivales y las referencias. Asociados con publicaciones que no son otra cosa que sus catálogos mejor disfrazados.
Agua Pixelada es como el oasis de esperanza que me queda para seguir escribiendo por amor a la música, sin perder la cordura y el cabello en el intento. Es mucho más que el "mejor solo que mal acompañado", porque a diferencia de otros oasis, el Agua Pixelada no desaparece cuando te acercas... ¿Por qué? Porque es mucho más real que el desierto que habéis creado, y del que me he jurado a mí mismo no volver a formar parte nunca más.
Sean ustedes bienvenidos.
Gustavo Bravo
P.D. Para cualquier pregunta les dejo mi dirección: gustbravo@gmail.com
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